Corporación Esclerosis Múltiple Chile

Tratamientos de la EM

Si bien no existe cura para la Esclerosis Múltiple, existe una gran variedad de fármacos ‘modificadores de enfermedad’, que intervienen en las reacciones del sistema inmune y evitan los brotes. En esta sección aportaremos claridad sobre conceptos de fármacos, opciones de tratamiento e investigaciones actuales que desarrollan fármacos para el futuro.

Existen muchos prejuicios al mundo farmacéutico, pero en el caso de la Esclerosis Múltiple (EM), la evidencia es clara: uses el medicamento que uses, es mejor que nada. Así de enfático fue el Dr. Jorge Barahona, neurólogo especialista en EM, en su charla sobre tratamientos en una de nuestras actividades. Es por eso que resumiremos cuáles son los objetivos de cada línea de tratamientos, y mostraremos una tabla resumen con los medicamentos disponibles en Chile, a los cuales puedes acceder con las coberturas GES y Ley Ricarte Soto.

Medicamentos cubiertos por ley

Los fármacos para el tratamiento de la EM que están cubiertos son aquellos “modificadores de enfermedad”, es decir, que reducen el riesgo de brotes actuando sobre el sistema inmune y controlando la actividad inflamatoria. También retrasan el avance de la discapacidad y previenen la aparición de nuevas lesiones, pero el porcentaje de éxito y los efectos adversos dependerán de cada paciente. Estos medicamentos actúan mediante mecanismos diferentes, pero distinguiremos dos grandes grupos.

Tipos de tratamientos

Tratamientos de primera línea

Tratamientos de segunda línea

Llamados así porque suelen usarse tras el fallo terapéutico en el uso de otras opciones primarias, son fármacos con una mayor efectividad por sus acciones más directas sobre el sistema inmune. Sin embargo, por la misma razón tienen un mayor número de efectos adversos, o son de mayor gravedad.

Es un medicamento diseñado en laboratorio que actúa como anticuerpo monoclonal. Su función es entorpecer y evitar el desplazamiento de las células inmunes desde la sangre hacia el cerebro y médula espinal a través de la barrera hematoencefálica. Se administra de forma intravenosa y controlada cada 4 semanas, y deben hacerse controles frecuentes con resonancia magnética. Reduce el riesgo de brotes, y detiene (y en algunos casos revierte) el avance de la discapacidad.

Los efectos adversos tras la administración de natalizumab incluyen dolor de cabeza, molestias en brazos y piernas, problemas gastroinestinales o una sensación de cansancio y pesadez. Se recomienda consumir bastante agua, y observar cómo evolucionan estos síntomas, que tienden a resolverse con el tiempo.

Este fármaco tiene el alto riesgo de desarrollar una leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP), una infección viral que puede llevar a la discapacidad grave o la muerte. Converse con su neurólogo/a sobre los riesgos vs beneficios de natalizumab.

es un fármaco oral que actúa bloqueando la salida de los linfocitos (células del sistema inmune) desde los ganglios linfáticos, restringiendo su actividad en el ataque autoinmune. Este efecto es reversible y cesa cuando se deja de usar este fármaco. Reduce la frecuencia de brotes y las lesiones activas, y limita el avance de la atrofia cerebral. Además, al ser oral, hay una mayor adherencia al tratamiento.
Los efectos adversos más comunes incluyen dolor de cabeza, alteraciones hepáticas y el aumento de riesgo de contraer enfermedades oportunistas como infecciones urinarias, trastornos respiratorios o la gripe. Se recomienda que al iniciar el tratamiento se aplique una monitorización cardiaca, ya que se ha visto que algunos pacientes responden a la primera dosis con bradicardia (disminución de los latidos cardiacos por minuto). Por último, este fármaco aumenta el riesgo de sufrir cáncer de piel o un linfoma. Converse con su neurólogo/a sobre los riesgos vs beneficios de fingolimod.

es un fármaco que reduce de forma selectiva los linfocitos, generando un “reseteo” de estas células y controlando así su actividad para generar un ataque autoinmune. Su sistema de administración es de forma oral en dos cursos cortos por un periodo de un año, y luego se podría necesitar repetirlo al año siguiente. Está diseñado para que su efecto dure por 4 años, especialmente en formas de EM muy activas. Se ha visto que reduce en número de brotes, y enlentece el avance de la discapacidad.
Al ser un fármaco bastante actual, no existe mucha evidencia sobre sus efectos, sin embargo se sabe que tras la administración se puede presentar dolor de cabeza y sensación de fatiga, que pasan con el tiempo. También hay riesgo de una disminución importante de linfocitos, por lo que se piden analíticas de sangre de forma periódica, y un mayor riesgo de infecciones oportunistas o cáncer. Converse con su neurólogo/a sobre los riesgos vs beneficios de cladribina.

corresponde a un anticuerpo monoclonal que reduce la población de linfocitos y otras células inmunes. Este fármaco se aplica de forma intravenosa y con supervisión, inyectando una dosis diaria durante 5 días, el primer año, y luego se repite por 3 días, el segundo año. Se vio una disminución del riesgo de brotes, menos lesiones activas y enlentecimiento del avance de la discapacidad, efectos que durarían entre 4 y 5 años.
Los efectos secundarios durante la aplicación incluyen picazón, enrojecimiento, náuseas y dolor de cabeza, síntomas que deberían resolverse con el tiempo. Además, se tiene que estar supervisando al paciente durante el año por el riesgo de infecciones oportunistas, disminución abrupta de linfocitos y, en algunos casos, afectación de la tiroides. Converse con su neurólogo/a sobre los riesgos vs beneficios de alemtuzumab.
* El 2019 se emitió una alerta para este medicamento por efectos adversos graves como trastornos cardiovasculares o inmunológicos. De todas maneras los neurólogos siguen prescribiendo este fármaco para formas de EM más agresivas que no respondan a otros tratamientos, y se aplica un protocolo exhaustivo de supervisión mientras dure el tratamiento.

es un anticuerpo monoclonal que reduce la población de linfocitos T y B, responsables de la activación del sistema inmune durante un ataque y altamente proinflamatorios, reduciendo el riesgo de brotes. Se aplica vía intravenosa cada dos semanas, las primeras dos dosis, y luego cada seis meses. Como efectos reduce el riesgo de brotes, disminuye y evita la aparición de lesiones activas y detiene el avance de la discapacidad, además de ser el primer fármaco que obtiene resultados positivos en pacientes con EM Primaria Progresiva. Algunos efectos adversos tras la administración son dolor de cabeza, sensación de fatiga, hinchazón o molestias en extremidades, que suelen pasan con el tiempo. También el paciente debe cuidarse de infecciones oportunistas durante el tratamiento, y existe evidencia de un mayor riesgo de cáncer. Converse con su neurólogo/a sobre los riesgos vs beneficios de ocrelizumab.

Tabla resumen de fármacos usados para tratar la EM

Rituximab: mencionamos este fármaco porque sigue siendo una opción de tratamiento prescrita por neurólogos, sin embargo, rituximab no está indicado para esclerosis múltiple por las instituciones internacionales fda y ema, por lo que el isp aquí en chile no lo reconoce como tratamiento y no está cubierto por los regímenes de salud. Tiene un mecanismo de acción bastante similar al ocrelizumab, pero no beneficia a pacientes con em primaria progresiva.

Otros tratamientos farmacológicos no cubiertos

Existen otras opciones que se usan en EM para tratar síntomas, y es por eso que estos medicamentos no están cubiertos por el sistema de salud, por lo que se deben adquirir con receta médica de forma particular. Separados por síntomas, éstos son:

Tratamientos rehabilitadores

Se recomienda que la rehabilitación sea multidisciplinaria, por lo que aspectos como la terapia física, logopedia, nutrición y desarrollo cognitivo no se deben descuidar. Kinesiología, fonoaudiología y psicología están cubiertos en la canasta farmacológica de tratamiento del GES. Consulte a su médico.

NOTA IMPORTANTE

RECUERDE QUE LA COMUNICACIÓN CON SU EQUIPO MÉDICO ES CLAVE. SI TIENE SÍNTOMAS QUE INTERFIEREN EN SU VIDA DIARIA E IGNORA SI EXISTE UN TRATAMIENTO, PREGUNTE A SU MÉDICO. NO SE AUTOMEDIQUE.